LOS
METEOROS EN EL CENTRO HISTÓRICO
Justo
en el centro de una de las ciudades más grandes del mundo el D. F., hay
expuestos para los curiosos y visitantes que gustan de los misterios del
espacio cuatro moles de metal que llegaron del cielo. Se encuentran en uno de
los palacios con varios siglos de historia en el Centro Histórico, en un
edificio de gran importancia y del cual aquí conoceremos un poco más de esa
edificación y de esos visitantes del cielo.
El
Palacio de Minería constituye la obra maestra del neoclasicismo en América.
Planeado y construido de 1797 a 1813 por el escultor y arquitecto valenciano
Manuel Tolsá para albergar al Real Seminario de Minería, a fin de formar
académicos especialistas en la explotación de minas. Se encuentra en la Ciudad
de México en la calle de Tacuba frente a la Plaza Manuel Tolsá, inaugurada en
1979 con la colocación de la escultura ecuestre de Carlos IV conocida como “El
Caballito”, pieza elaborada por este gran artista.
El
majestuoso monumento de elegancia de formas y exactitud de proporciones en el que
se conjugan luz, espacio y funcionalidad, es una de las construcciones más
relevantes dentro de la arquitectura mexicana; forma parte del patrimonio
artístico y cultural de la Universidad Nacional Autónoma de México y se
encuentra bajo el resguardo de la Facultad de Ingeniería.
Forman
parte de su arquitectura: la extraordinaria Antigua Capilla, el Salón de Actos,
el Salón del Rector, el Salón del Director, la Galería de Rectores y la
Biblioteca, conservándose en algunos de ellos ejemplos de magnífica pintura
mural (S. XIX); y el recientemente creado Museo de homenaje a Manuel Tolsá en
el que es posible contemplar obras del artista valenciano y de personajes de su
época. A estos recintos se suman cinco patios; el principal en dos cuerpos,
enmarcado con arcos, bellas pilastras y singulares columnas, da acceso a una
señorial escalera.
Y
a la entrada de este importante inmueble, es donde uno puede apreciar estos cuatro
meteoros que han caído en el territorio nacional en especial al norte del
país. La importancia y relevancia de estas moles del espacio es muy trascendente,
se ha llegado a teorizar que los meteoritos son como el polen del Universo, los
sembradores de vida, pues se cree que fue uno de estos visitantes el que
contribuyo a formar ese caldo de cultivos bacteriológicos del que mucho tiempo
después, emergió el primer ser vivo en la tierra, pero también pueden causar
graves cambios en donde caen y para nosotros ahora un visitante de mayores
proporciones podría acabar con la vida en el planeta. Y es ahí donde los
amantes por los visitantes siderales, pueden ir a ver y apreciar algo de lo
mucho que constantemente cae en nuestro México, en el planeta.