FRANCISCO
GONZÁLEZ BOCANEGRA Y JAIME NUNÓ ROCA
En uno de nuestros recorridos por
el Centro Historico, pudimos apreciar sobre las calle de Tacuba y Venustiano
Carranza lo que queda de las casas que habitaron 2 personajes ilustres muy
importantes por su contribución a nuestro país, pero veamos de qué se trata.
Durante
sus primeras tres décadas como nación independiente, México no tuvo un himno
oficial. En las celebraciones cívicas se interpretaban diversas marchas
marciales, cantos patrióticos o poesía cívica, un nuevo género literario que
entonces cobró auge. Durante este tiempo se realizaron numerosos intentos para
encontrar un himno nacional, sin que ninguno tuviera arraigo suficiente entre
la población. El 12 de noviembre de 1853, el gobierno de la Republica, a través
del Ministerio de Fomento, de Colonización, Industria y Comercio, convocó a un
concurso dividido en dos partes. La primera era un certamen literario para
seleccionar la letra de lo que habría de ser el nuevo Himno Nacional; en la
segunda etapa, se escogería la mejor musicalización del poema triunfador. La
convocatoria fue firmada por Miguel Lerdo de Tejada.
Al
enterarse del concurso, un grupo de amigos del joven poeta potosino Francisco
González Bocanegra, que entonces tenía 30 años, lo animaron a participar, pero
él se negaba reiteradamente; no creía tener posibilidades de obtener el triunfo
porque participarían destacados e inspirados intelectuales.
En
esta época, González Bocanegra era oficial archivista en la Administración de
Caminos y Peajes del Ministerio de Fomento. El 3 de febrero de 1854, los
miembros del jurado -José Bernardo Couto, Manuel Carpio y José Joaquín Pesado-
decidieron el ganador del certamen, al que se presentaron 26 concursantes. Su
nombre fue publicado el día 5 del mismo mes en el Diario Oficial: era Francisco
González Bocanegra.
Acto
seguido, se procedió a realizar el certamen para musicalizar el poema. El 2 de
agosto, el jurado formado por José Antonio López Gómez, Tomás León y Agustín
Balderas, declaró triunfador al compositor identificado sólo con las iniciales
J. N., por lo que al publicarse el resultado en el Diario Oficial, dos días
después, se solicitaba al autor que revelara su nombre.
El mismo día se presentó en la
Secretaría de Fomento, para acreditar la autoría de la composición premiada, el
músico español Jaime Nunó Roca, entonces director general de Bandas y Músicas
del Ejército. Como las autoridades deseaban que el Himno Nacional se estrenara
en septiembre de ese año, se solicitó a Jaime Nunó que instrumentara y editara
por su cuenta las primeras partituras, lo que realizó con oportunidad. Así, la
noche del 15 de septiembre de 1854, con motivo de los festejos por el grito de
Independencia, se estrenó nuestro Himno Nacional en el Teatro Santa Anna,
ocasión en que González Bocanegra pronunció un discurso patriótico. La
orquesta, bajo la dirección del maestro Giovanni Bottesini, acompañó a la
soprano Claudina Fiorentini y al tenor Lorenzo Salvi. Al día siguiente, se
volvió a cantar el Himno en el mismo lugar, ahora de la voz de la soprano
Steffenone, ante la presencia del presidente de la República, entre otras
autoridades civiles y militares.