OBRA
DE MANUEL TOLSÁ
La proclamación en 1788 de Carlos IV, como nuevo Rey
de España, dio lugar a que don
Ignacio Costera y don Bernardo Bonabia hicieran
la propuesta al Virrey de Revillagigedo de construir dos estatuas ecuestres en honor tanto del nuevo Rey Carlos IV, como
de su antecesor Carlos III. Por falta de recursos solamente pudo construirse una
de ellas, la de Carlos IV,
y fue colocada en la Plaza Mayor sobre un pedestal de mármol, pero tuvo que
ser tallada en madera por Santiago Sandoval, indígena del barrio de Tlatelolco. Como era de esperarse esta estatua
tuvo una corta duración y al cabo de dos años se encontraba prácticamente destruida.
Para
el 12 de julio de 1794, un nuevo virrey llegó a la Nueva España, don Miguel de
la Grúa Talamanca, Marqués de Branciforte que había dejado muy mala reputación
en España, por una serie de actos de corrupción que indujeron a Carlos IV a
llamarle fuertemente la atención. Para congraciarse con el rey, Branciforte envió una carta solicitándole que
accediese a que en la Plaza Mayor de
México se le erigiese una nueva estatua ecuestre en bronce, que substituiría a la
anterior ya desaparecida. En aquella
carta se decía que la escultura tendría un costo de 18,700 pesos, pero
que serían cubiertos en su totalidad por
el mismo virrey. Anexos se enviaron los proyectos de la escultura y del
pedestal que habían sido diseñados por el arquitecto y escultor don Manuel
Tolsá, por aquel entonces el Director de Escultura en la Real Academia de San
Carlos.
Manuel
Tolsá nacido en España, salió de Cádiz en febrero de 1791 y llegó a México en
ese mismo año, venía para asumir el cargo de Director de Escultura de la
Academia de San Carlos de muy reciente creación. Para entonces el prestigio de
Tolsá era ampliamente reconocido en España en donde había sido escultor de
cámara del rey. A su llegada a México Tolsá participó en distintos proyectos,
entre ellos los de supervisión de las obras del desagüe del Valle de México, la
nueva introducción de aguas potables y los Baños del Peñón. Para obtener el
título de académico de mérito en arquitectura, presentó tres dibujos, uno de
ellos con el proyecto para la erección del Colegio de Minería.
Por
tal motivo cuando Manuel Tolsá fue llamado para realizar el proyecto de la
escultura de Carlos IV, ya tenía una amplia experiencia y una reconocida
trayectoria en México. Para mediados de 1796 en que Tolsá inició sus trabajos,
las dificultades no se hicieron esperar al no poder reunirse los 600 quintales (un quintal es igual a 46
kilogramos por lo que hablamos de 27.6 toneladas) de metal necesarios para la
fundición. Tolsá, suspendió los trabajos y recurrió a una solución alterna, que
consistía en realizar una escultura provisional tallada en madera, mientras se
obtenía el mineral requerido. Después de enfrentar varios problemas, por fin la
escultura estuvo terminada.
Finalmente
y ya durante la época en que la Ciudad de México buscaba extenderse hacia el
poniente el bronce fue llevado al cruce del Paseo de Bucareli (Antes Paseo Nuevo) y la Avenida Juárez (antes del
Calvario). La decisión la tomó el entonces alcalde de la Ciudad de
México, Miguel Lerdo de Tejada, quien decidió que el proyecto para elaborar el pedestal donde se
instalaría el bronce sería Lorenzo de la Hidalga. El traslado de la escultura
inició el 3 de septiembre y terminó el día 24, cuando finalmente fue depositada
en su nuevo pedestal. Ahí compartió el cruce con los Indios Verdes, que fueron
colocados en 1891 y retirados años después. El Caballito se convirtió en un
punto de referencia de la capital. Bordeada por el Toreo, la naciente colonia
Tabacalera, el creciente comercio en Bucareli, y la llegada del tranvía
eléctrico. A su lado se construyeron nuevas vialidades para la llegada de los vehículos a motor.
En 1979, autoridades del Departamento del
D. F., del Instituto Nacional de Antropología e Historia y del Instituto Nacional
de Bellas Artes determinaron que el caballo realizara su última cabalgata. El
27 de mayo, la escultura fue retirada
del emplazamiento que tuvo durante 127 años, y “empaquetada”. El 28 de
agosto, la escultura fue inaugurada en
la plaza bautizada con el nombre de su autor, Tolsá, en la calle Tacuba; donde
se encuentra el Museo Nacional (MUNAL) y el Palacio de Minería.