LABORATORIO
ARTE ALAMEDA
Los
primeros religiosos de la Orden de la más Estricta Observancia de Religiosos de
San Francisco (conocidos también como: franciscanos descalzos, recoletos o
alcantarinos), se asentaron en México en el año de 1580, ocupando lo que fuera
el Hospital de San Cosme y San Damián (cuyo templo aún sobrevive junto a la Av
Ribera de San Cosme). Hacia el año de 1591 y gracias al patrocinio de don
Manuel de Mauleón y doña Juana Arellano, su esposa, se inició la construcción
de un nuevo convento junto a la Alameda, don Manuel quiso que fuera consagrado
a su Santo apóstol, más el rey Felipe II se opuso y dispuso que se nombrara San
Diego de Alcalá (por quien erróneamente son llamados Dieguinos). El edificio
fue ampliado en el siglo XVII, entre los años de 1638 a 1678. Para el año de
1778 todo el conjunto es reedificado, año en que también se levantó la capilla
de Los Dolores, luciendo tal cual los apreciamos, con las dos bellas cúpulas. Para
el año de 1861 los religiosos fueron exclaustrados y seis años después (1867),
era fraccionado el convento para su venta. En su interior existía el entierro
de los Condes del Valle de Orizaba. Pinacoteca Virreinal La iglesia continuó en
funciones hasta 1934, cuando fue expropiada y se destinó a otros usos, como
imprenta, bodega, auditorio para danza y clases de arte dramático. Treinta años
después su fachada neoclásica, su torre e interiores lograron sobrevivir a la
apertura de calles y a la especulación urbana, hasta que en 1964 el templo fue
alistado para ser la Pinacoteca Virreinal y recibir —otra paradoja— los
retablos y piezas religiosas de los conventos que habían sido suprimidos por
las mismas leyes.
La
colección se mantuvo aquí hasta el año 2000 cuando fue trasladada al MUNAL. Y en
la actualidad, Laboratorio Arte Alameda En el año 2000, se redefine la vocación
de este espacio, y se transforma en el Laboratorio Arte Alameda, dedicado a
exposiciones y actividades de arte contemporáneo, con un enfoque especial en
las expresiones producidas con soportes electrónicos y tecnológicos, el cual
consta de seis salas o espacios claramente definidos: el atrio, la nave
principal, la capilla de Dolores, el claustro bajo y el coro que conservan en
gran medida su arquitectura original; además posee una sala anexa de
construcción reciente. El laboratorio completa su programación con diversas
actividades como son conferencias, concierto, proyecciones de video, seminarios
o talleres. Cuenta con el Centro de Documentación Priamo Lozada, especializado
en arte en nuevos medios. Mediante el Departamento de Servicios Educativos el
Laboratorio ofrece visitas guiadas, o para éstas consultar el Centro de
Documentación. Uso que presenta hasta nuestros días.
EL
SANTO OFICIO EN MÉXICO
En
América, el Tribunal del Santo Oficio se estableció por primera vez en la isla
de Santo Domingo, llamada en ese entonces La Española, gracias a que el cardenal
Adrián de Utrech, regente del reino e inquisidor general de España, extendió el
nombramiento de inquisidor de todas las tierras descubiertas y a descubrir a
don Pedro de Córdoba, residente de dominicana. Tres años después de consumada
la Conquista de la Nueva España, fray Martín de Valencia, franciscano
evangelizador, fue nombrado por Pedro de Córdoba comisario de la Inquisición en
México. Aunque los franciscanos no tenían ni bula ni permiso para ejercer ese
oficio que era y había sido siempre privilegio exclusivo de los dominicos. Ese
primer inquisidor ejerció suavemente el empleo, hasta que a la muerte de
Córdoba, llegó de España fray Vicente de Santa María, un dominico. En
1535 el inquisidor general de España y arzobispo de Toledo, Alfonso Manrique,
expidió el título de inquisidor apostólico al primer obispo de México, Juan de
Zumárraga. Aunque este no creyó prudente establecer aún la Inquisición en
México, cometió el tremendo error de formar proceso a un indio, señor principal
de Texcoco, bautizado ya con el nombre de Carlos y nieto de Netzahualcóyotl, a
quien acusó de seguir sacrificando víctimas a sus dioses. El inquisidor
apostólico lo mandó a quemar vivo en la plaza pública el 30 de noviembre de
1539 para convertirlo en la primera víctima del Santo Oficio en la Nueva
España. Zumárraga recibió regaño y castigo porque en las disposiciones reales y
las reglas del Santo Oficio, se estipulaba que no se podían ejercer rigor ni
pena contra los cristianos nuevos de la raza india. Sin embargo, no fue hasta
1571 que el doctor Pedro Moya de Contreras, inquisidor mayor de la
Nueva España estableció en México el Tribunal de la Fe, este año, se considera
oficialmente, como el del establecimiento del Santo Oficio en México. Las
cortes generales y extraordinarias que decretaron en España la abolición de la
Inquisición, sesionaron el 8 de diciembre de 1812, y el decreto se pronunció en
México en 1813, sin embargo quedó definitivamente abolida hasta 1820.
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